De como uno se mete en cada fregao..............
Wenas de nuevo; pues como decíamos ayer, debido a unas circunstancias un tanto jocosas, me ví cuasi "obligado" (anda que no tenía ganas de obligarme, yo) a cambiar mi pequeña Derbi Senda por otra de mayor porte y cubicaje.
Casi "ná", pasar de unos escuetos 125 c.c. de una pequeña moto
razonable, ligera, cómoda y muy divertida por pistas de tierra y campo; a
una moto muy bajita, pesada, con una gran carga de C.V. y de 650c.c.
sin tener ninguna experiencia (cosa que casi con 30.000 km sigo sin
tener) y lo peor de todo, sin tener el carnet A.
La casi
obligación viene por dos partes, la primera es un día de primavera que
decido ir al campo de mis suegros con mi mujer y no se me ocurre mas que
ir en moto los dos, para aprovechar el buen tiempo y de paso pasear a la señora en la motillo; nos equipamos con el chandal, el casco, guantes y tras encomendarse a todos los santos (eso la mujer, para que veais la confianza que tenía puesta en mí....) salimos hacia la casica de mi suegro.
Si ya nos costo
ubicarnos en el estirado y fino sillín de la Derbi, entre que yo soy
parco de carnes y chiquitillo, mi mujer que también es poquita cosa,
pues que no sabía como ir por las calles, me costaba maniobrar, no tenía
espacio físico para moverme con soltura encima de la moto y notaba a mi
mujer muy acojonada tras de mí; bueno, vamos avanzando poco a poco y
parece que la cosa resulta (mi primera vez montados los dos en la moto).
Tras
pasar por una calle del pueblo, por delante de un gran escaparate,
Encarna (mi "artillera") empieza a reirse con fuertes carcajadas, la oía incluso con los cascos puestos; yo estaba mas por la labor de
ir derechos y no darnos una leche, sin que nos cayesemos y no me fijé en nada; tras mas de 10
minutos de marcha, mi mujer no paraba de reirse, se callaba un poco y
al rato otra vez a reirse; yo andaba un poco mosca, no sabía de que iba
la risa y poco o nada podía hacer, salvo mantener la marcha, ir
cogiendo las calles correctamente y salir al camino que lleva a la
casica.
Bueno, tras llegar indemnes y con la risa todavía resonando
dentro de mi casco, le pregunto a Encarna muy mosqueado
- De que
demonios te ries?.
- Míra, nene, si vieras la pinta que teníamos los dos montados
en esta motillo al pasar por el escaparate, no he podido aguantarme la
risa, te queda la moto como si llevases un patinete y no se le vé debajo
de tí.
Las chuflas de este y otro calibre por parte de mi mujer y de
sus hermanas durante toda la jornada fueron de aúpa, lo que hizo que
secretamente quisisese cambiar de moto.
Y la ocasión llegó redonda
cuando un día se presenta el amigo Rafa con su nueva adquisición, una
flamante Hyosung Aquila GV650 de color plata. Me bajo a la calle,la miramos,
le doy veinte vueltas y me subo, mi mujer que bajaba en ese momento a la
calle me dice muy seria:
- Esta moto si que te viene bien y a mi me
gusta mucho este estilo, te podías comprar una.
Bueno, para que
te voy a contar, lo que me faltaba oir; la mujer dandote permiso para
comprarte algo; en este caso una cosa que siempre había deseado.
Me
faltó tiempo para ir donde Rafa se compró la moto y ver una preciosidad
de color azúl todavía en su caja de embalaje; tras verla, me quedé
enamorado de ella, me la compré y dí mi pequeña Derbi Senda como parte
del pago por la "Blu".
Y desde aquél día, tengo a mi moto, hemos
recorrido muchos kilómetros de esta piel de toro y otros muchos que me
quedan por hacer, he conocido a buenos amigos, buena gente, bonitos
lugares y he probado comidas que me han llenado, literalmente.
En
otra ocasión hablaré de unos buenos moteros que ademas de honrarme con
su amistad, de hacer de escuderos y profesores para este inutil con dos
ruedines, me acompañan en casi todas las salidas que hacemos.
Vaya
desde aquí un fuerte abrazo (sin mariconadas, que os veo venir) a todos
ellos.
Hi my loved one! I want to say that this post is awesome, nice written and come with almost all
vital infos. I would like to look more posts like this .